Desde hace varios meses, la NASA estaba advirtiendo sobre las previsiones de tormentas solares que pueden llegar a ser devastadoras para nuestro planeta, ya que pueden acabar con la tecnología en la que se sustenta nuestro “mundo”.
Un estudio presentado hace dos años y financiado por la NASA, advertía de enormes llamaradas de plasma procedentes del sol, que podrían alcanzar nuestro planeta entre 2012 y 2013.
El pasado 14 de febrero, se produjo la llamada, “tormenta de San Valentin” la mayor registrada desde hace cuatro años y clasificada como de clase X, la más potente que puede emitir el sol; y que provocó en nuestro planeta, espectaculares auroras boreales, y algunos fallos en satélites de comunicación. Esas tormentas se han repetido con menor intensidad durante el pasado mes de febrero.
Según Richard Fisher, jefe de la División Heliofísica de la NASA “Estamos ante una nueva era, en la que el clima espacial puede ser tan influyente en nuestra vida cotidiana como el clima terrestre” “El sol está despertando de un profundo sueño, y en los próximos años se esperan niveles mucho más altos de actividad solar”.
“No es una cuestión de si sucederá, sino de cuando sucederá y como será de fuerte” explicó Jane Lubchenco -responsable de la administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos- La última vez que tuvimos un máximo en el ciclo solar, hace unos 10 años, el mundo era un lugar muy diferente. Hoy los teléfonos móviles están por todas partes”.
Una tormenta solar de mayores proporciones, podría poner en peligro, los satélites de comunicaciones, los sistemas de posicionamiento, GPS, navegación aérea, redes informáticas y de telecomunicaciones, entre otros.
Los ciclos solares tienen una duración de unos 11 años y se producen de forma cíclica, en estos momentos, nuestra enorme dependencia de la tecnología pone en peligro nuestra forma de vida.